La “inflación de los pobres” se desaceleró más que el IPC en noviembre, aunque, por primera vez, una familia tipo necesitó más de $1 millón para no caer en la pobreza. Mientras la suba de precios registró un 2,4% en el anteúltimo mes del año, la canasta básica alimentaria (CBA) aumentó un 1,1% y la canasta básica total (CBT), un 1,5%. El mes pasado ambas habían sido del 1,4% y 2,3%, respectivamente. La tendnecia descendente, dicen los especialistas, contribuye con la baja de la pobreza, que anticiparon estudio privados, podría terminar 10 puntos por debajo de lo que comenzó el año.